Existe un concepto básico de neutralidad de la red, que sería “garantizar que todos los paquetes de datos que recorren Internet deben ser tratados por igual con independencia de su origen, contenido o destino”. Tras ello es necesario razonar sobre esta definición sobre la neutralidad en la red, ya que en primer lugar la red no puede llegar a todo el mundo, ya que supone un cierto poder adquisitivo. Puede ocurrir que se defienda la neutralidad de una red como la de los “smartphones” (móviles de alta gama), pero si su neutralidad hace distinciones y discriminaciones entre personas, no sería tal la neutralidad.
Estoy de acuerdo con el autor del artículo en decir que la primera prioridad sería extender todos los beneficios de la red a la mayor parte de población posible. El título de este artículo es ese, puesto que el autor compara este tema con el tema de las carreteras, ya que puede ser que dos pueblos estén comunicados por un camino de tierra, y por mejorar hagan una gran autopista de peaje… pero ¿eso arreglaría los problemas? Seguramente no, porque las personas que poseen recursos y medios más bien escasos seguirían circulando por el camino de tierra para no tener que pagar el peaje. Comparado esto con el tema de la red, quiere decir que el hecho de hacer redes más rápidas y mejores si luego no pueden estar al alcance de todos, pues no sirven para nada.
La privatización de algunos sistemas o usos podrían ser por el tema económico de una parte de la sociedad, quizás el remedio de todo esto sea la comunicación con estos sectores buscando la unión para lograr de alguna manera esa neutralidad.
Al igual que se nos muestra en el artículo, por un lado es necesario que la red no sea neutral, pero en temas como la pornografía infantil, el racismo, las mafias internacionales o el tráfico de cultura, ya que estos temas deberían ser censuraros y atacados y no ser tratados de igual forma que otros temas como los contenidos de cultura, ocio o informativos.
Ya que hoy en día el Internet es una herramienta global, es necesaria la intervención de los gobiernos en estos temas, puesto que no solo se pretende tener unas buenas carreteras accesibles para todos, sino que estas carreteras sean seguras. Esta seguridad en la red no debería depender solo de los filtros que pueden poner los padres a los ordenadores para el uso de sus hijos sino, que la red no debería ser neutral en esos temas, sino que debería proteger a los sectores de población más expuestos, como menores, personas mayores, o colectivos marginales.
Para terminar, estoy de acuerdo con el deseo del autor de que las empresas de Internet dejaran de confundir la defensa de sus intereses económicos con la defensa de todos los usuarios. Cuanto más exigentes seamos los usuarios con los productos de los empresarios, cuanto más informados estemos, cuanto más seamos, más estarán obligados a tratarnos de manera transparente. Y disfrutaremos todos de unas carreteras para todos y hacia todos los sitios.
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